En respuesta a las suplicas del brillante Lujambio, sale la Arquidiócesis de México, y con un “dice mi mama que siempre no” (porque ni madres, no nos hagamos, ya hablamos de una educación a la carta, donde la SEP quita episodios históricos necesarios de los libros de texto) y piden editar la excomunión de los padres de la patria Hidalgo y Morelos, porque así si gana la iglesia y hasta Lujambio porque ahora podrá decir que los libros si están escritos por dios, y a la chingada con los historiadores.
Estas excelsas declaraciones que en la historia reciente de México se han vuelto tan frecuentes al grado de no escandalizar a nadie, basta con recordar otro brillante momento, pero ahora de nuestro presidente Felipe de Jesús Calderón (que nadie se atreva a poner el grito en el cielo, que en el nombre venía el instructivo) quien tras la muerte del Rey del Pop, salió a meter su cuchara como si no tuviera una crisis monumental que atender, asegurando que Michael Jackson murió de una sobredosis, por drogadicto, y que ese mal corroe nuestra sociedad por que los jóvenes no conocen a Dios, ¿Cual dios?, pues Jesús, o que ¿hay otro?
Pues sí, dentro de poco habrá que quitar de nuestros libro que Galileo no fue censurado por la iglesia y agregar que según los nuevos descubrimiento de la Arquidiócesis, la Edad Media, en realidad fueron los siglos de mayor inversión (de tortura, pero invenciones, porque se requirió de harto ingenio para sacarle las tripas a los infieles), porque obsoleta a quedado esa vieja idea que explicaba que la historia la escribían los vencedores, ahora la historia la escribe el mismísimo divino, quien la expresa en voz de sus desinteresados siervos.